La nueva tendencia en el mundo publicitario es relacionar a artistas musicales y marcas para transformar a la últimas en actores protagónicos del contenido cultural.
La música es considerada un valor cultural universal, y su poder y alcance es amplio:
- Despierta emociones
- Incita a la acción social
- Forja lazos duraderos
- Derriba barreras lingüísticas
- Genera pasión por un interés común
Justo eso es lo que las marcas quieren conseguir con sus mensajes: ser memorables para su audiencia y en la música han encontrado el vehículo perfecto para transmitir esa pasión y conectar con su mercado meta.
Más allá del patrocinio de eventos
Algunas marcas ya lo hacen a través de asociaciones con artistas y eventos musicales, lo cual les permite crear experiencias memorables y generar una conversación con su público objetivo en torno a valores comunes.
Esta unión de música y marcas atrae a un tipo de público que generalmente le saca la vuelta a la publicidad tradicional de las empresas: los millennials.
Sin embargo, la relación entre música y contenido de marca ha dado un paso más allá de los conciertos y eventos patrocinados para dar pie a la llamada branded culture, en la que artistas y marcas intercambian valor.
Ahora su colaboración conlleva un beneficio mutuo, en el que los artistas, aportan su acceso a un público apasionado y las marcas les abren camino hacia nuevos grupos demográficos y mercados.
Una relación mutuamente benéfica
Para que estas oportunidades de colaboración sean redituables para ambas partes es necesario que artistas y marcas sigan algunas reglas:
- Trabajar juntos con base en una investigación del mercado y una estrategia bien definida que les permita integrar un solo proceso creativo.
- Esforzarse por llevar una comunicación abierta y respetuosa.
- Intentar comprender lo que busca el artista para derribar barreras y dialogar sobre experiencias nuevas.
- Dejar mutuamente en claro cuáles son los objetivos buscados por cada parte.
- Buscar crear oportunidades para los artistas.
Hay que dejar de lado la vieja idea de que un artista que promueve una marca está vendiéndose a ella.
La realidad ahora es que el artista, como generador de un producto cultural, está compartiendo con la marca los valores que lo apasionan y motivan para que esta lo acerque a su público a cambio de apoyo financiero para fortalecer su poder de influencia y alcance.
Si como gerente de marca deseas tener un mayor impacto en tu público meta, especialmente entre los millennials, busca una asociación con un artista que se pueda identificar fácilmente con tu misión y visión.
Por medio del poder de la música para provocar emociones y generar pasión podrás crear experiencias con gran impacto en tu mercado meta.