Las exposiciones son el lugar perfecto para difundir y mejorar el posicionamiento de marca.

Pocos espacios combinan creatividad, impacto y aplicación de estrategias de marketing moderno como lo hacen los eventos o expos, ya que en ellos se logra un exitoso posicionamiento de marca.

Aunque muchos mercadólogos ven a las exposiciones como escaparates estáticos y con poca interacción, la realidad es que hoy representan una oportunidad casi única para dirigirte a tu mercado objetivo, haciendo uso de herramientas que nunca antes se tuvieron al alcance.

El estratega tradicional verá la presentación en una expo como un evento ordinario en el que se monta un stand con algunos carteles llamativos para dirigirse a un determinado segmento de mercado y esperar a que los clientes lleguen y se interesen por los productos.

Sin embargo, el estratega que conoce a la perfección los alcances y virtudes del marketing moderno sabrá que los impactos visuales y la interacción con el público son cruciales para lograr un exitoso posicionamiento de marca.

Provoca y gana

Cuando se monta un evento de exposición, todo estratega debe tener presente que el objetivo principal es provocar y ganar clientes.

¿Cómo hacerlo? Primero que nada, con planeación y con estrategias claras y bien definidas. Antes de instalarse, es necesario saber perfectamente cuáles son las metas y con qué herramientas se va a contar para influir, seducir e impactar a los clientes prospectos a fin de que tu marca deje huella.

Si bien en cualquier campo encontrarás competencia, lo que importa es posicionarte ofreciendo un extra que haga voltear a los clientes a quienes debes tener muy bien definidos.

Después de ello, lo esencial es darle al consumidor una experiencia de compra diferente, que se sienta atraído y no desestime lo que ofreces.

Experiencia diferente

Una vez instalado el objetivo será explotar al máximo la marca con todas las herramientas definidas y preparadas que van desde el despliegue de tecnología con aplicaciones hasta el uso de las redes sociales mediante llamados a la acción y hashtags.

Así, los clientes potenciales tienen que vivir una experiencia diferente con tu marca y esta se logra con creatividad, innovación, seducción y adaptación a las necesidades del cliente.

Tan necesario como práctico, el impacto visual al cliente empieza con la movilidad y la interacción a fin de que se sumerja y se sienta cómodo con el producto y la marca que se le ofrece.

Un ejemplo de hoy en día es ofrecerle adentrarse en la marca a través de la realidad virtual o con alguna aplicación donde se sienta escuchado y atendido.

La experiencia que debe sentir el cliente potencial debe ser única y exclusiva de tu marca sin llegar al extremo de ser agresivos. 

Invertir en las exposiciones no solo es un requisito, sino una necesidad y nos referimos no solo a la apuesta económica, sino a la inteligencia y a la creatividad con la que se usen los contactos recabados.

Estos espacios representan hoy una oportunidad nueva que no conoce límites con tantas herramientas al alcance.

Puedes llevar a tu marca a donde lo desees: el camino adecuado es que siempre esté acompañado de planeación y creatividad, pero sobre todo de constancia y seducción. 

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