En México se festeja el Día del Padre en junio. Conocer el origen de esta celebración te permite entender el mercado objetivo y cuáles son las tendencias del consumidor.
No tan arraigado como el festejo del Día de las Madres, la realidad es que celebrar a los papás se ha ido extendiendo poco a poco en las costumbres de las familias mexicanas y ahora es una fecha importante en los calendarios de los mercadólogos.
En México, existen muchas maneras de festejar el Día del Padre, pero para los mexicanos su esencia es que se trata de un momento para convivir, comunicarse y para disfrutar en familia.
México adoptó la tradición nacida desde los años 20 en Estados Unidos, pero fue en 1966 cuando se estableció oficialmente el tercer domingo de cada mes de junio para celebrar a los padres.
Festejo especial
La ocasión representa un espacio para realizar campañas publicitarias que involucren un estudio a fondo de las tendencias del consumidor que nos lleven a entender el mercado, así como una planeación detallada y una ejecución cuidadosa.
Las familias acostumbran festejar a los papás con regalos que implican llevarlos a comer a algún restaurante, salir a pasear a su lugar favorito o la prenda de vestir o el dispositivo electrónico que han deseado.
Las opciones para regalar son muchas y variadas, y las marcas saben perfectamente que, para posicionarse en este mercado, primero deben entender al consumidor y luego idear la manera de llegar al público objetivo.
Por ejemplo, las firmas trabajan en la segmentación de su mercado, pues no es lo mismo celebrar a padres mayores de 50 años que a los de 30 años o menos.
Saben que los papás mayores acostumbran celebrar su día de la manera tradicional, ya sea yendo a comer o pasando un rato tranquilo en convivencia con sus hijos y sus nietos.
Para ellos están dirigidos la mayoría de los mensajes de las grandes marcas.
¿Y por qué no innovar?
Pero también hay firmas que sugieren celebrar de manera diferente a la convencional, principalmente con los papás jóvenes.
Por ejemplo, sugieren que una manera divertida de celebrar sea invertir los papeles con los hijos; es decir, que el niño interprete al padre y viceversa.
Igual de divertido puede ser que el papá cuente una anécdota de su niñez en la que refleje cómo fue vencida la adversidad y se salió adelante.
Otra sugerencia es hacer una labor comunitaria en familia en la que se inculquen valores o realizar una grabación en video de todo el día donde queden reflejados los momentos más divertidos y también los de tranquilidad.
Y lo que más se sugiere en estos tiempos es que los padres e hijos se desconecten de la tecnología a fin de que logren la comunicación que muchas veces se queda para otro día.
Todo con amor
Todo festejo del Día del Padre será valioso cuando lleve un elemento básico: el amor y respeto mutuo, dos valores que no cuestan.
Los años van y vienen, pero la base de toda celebración siempre será la convivencia y recordarse unos a otros qué tan importantes son entre sí, destacando la unidad familiar y el apoyo en las buenas y en las malas.
Por su naturaleza, los varones mexicanos no esperan grandes festejos emotivos, pero sí agradecen que se reconozca en este día su esfuerzo diario por la familia, ya sea con una comida, un regalo o una actividad de convivencia y diversión.
Basa tu campaña en estos valores familiares y tendrás asegurado el éxito.