Transmitir un mensaje a tu público objetivo requiere los elementos de comunicación básicos: emisor, canal y receptor. 

Pero, principalmente, para que sea comprendido, necesitas comunicarlo en el lenguaje sencillo que habla la gente.

La radio es un medio amigable, ni pretencioso ni artificioso. El radioescucha la aprecia porque le habla a su nivel, con un vocabulario correcto pero natural.

Cuando, como anunciante deseas comunicarte con tu público meta, lo primero que debes hacer es definir el mensaje que quieres transmitir y luego, redactarlo de manera clara y concisa para que sea fácilmente compresible.

Lo que viene después, producir un anuncio atractivo y memorable, corresponde a la parte creativa de la publicidad. Lo primero y lo principal, es que redactes lo que quieres decir con palabras sencillas.

Habla con sencillez

Con esto nos referimos a que uses las palabras que tu audiencia utiliza todos los días, para que las comprenda a la primera sin tener que recurrir a un diccionario.

La radio es un medio heterogéneo e inclusivo, y el lenguaje radiofónico deben poder entenderlo todos los sector de la sociedad. Aún cuando un programa en particular esté dirigido a un grupo de élite o de expertos, debe ser comprensible para la gente común.

Tipos de lenguaje

Para decidir si las palabras que deseas utilizar son sencillas, debes analizarlas clasificándolas en alguno de estos tres tipos:

  1. Activo. Las palabras que la gente usa en su vida diaria. Por ejemplo, “dolor de barriga”.
  2. Pasivo. Las palabras que la gente entiende pero no usa frecuentemente. Siguiendo el mismo ejemplo: “malestar estomacal”.
  3. Dominante. Aquellas palabras que la gente ni usa ni entiende. Como utilizar para el mismo caso la frase “complicaciones gástricas”.

En la radio, lo recomendable es que utilices el lenguaje activo, aquel que la audiencia usa en su vida cotidiana.

Sin embargo, no debes excluir el pasivo, pues la radio también es un medio para culturizar. A medida que introducimos un nuevo vocabulario, su adopción por parte de la gente lo convierte en un lenguaje activo.

Lo que debes cuidar es que las palabras que uses no sean ajenas a la forma de hablar de tu comunidad. Los vocablos que son de uso común en una región del país pueden no serlo en otra.

Una vez que te enfoques en redactar tu mensaje como si estuvieras expresándolo coloquialmente a tu vecino, encontrarás que es fácil encontrar las palabras sencillas que harán que la audiencia sienta próximo a tu producto o servicio.

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