Si al crear posicionamiento de marca has logrado conectarte con tu audiencia a nivel emocional, entonces tienes una “lovemark“.

En el desarrollo de marca, el ideal es generar en el consumidor un sentimiento que lo ligue con determinado producto o servicio.

Más allá de crear identidad de marca, producir lovemarks es el arte de enamorar al cliente y tratar de sumarle emociones a su experiencia con el producto, al punto de que le perdone sus defectos.

Como en el amor, una lovemark es casi un misterio. Esto queda en evidencia, por ejemplo, en la preferencia que tienen las personas entre Pepsi y Coca Cola, o entre Nike y Adiddas, a sabiendas de que ambas opciones brindan productos muy similares.

En esta toma de decisión entre una opción u otra es donde entra en juego la lovemark, pues hace la diferencia al incorporar sentimientos que crean un misticismo y sensualidad.

Lo que busca la lovemark es que la emoción por el producto supere a la racionalidad y el consumidor termine por sucumbir ante su poder.

Más allá de los productos

Todo el mundo tiene sus lovemarks y van más allá de los productos. Solo hay que verlo en el ámbito cinematográfico con “Star Wars”, en el deporte con equipos que apasionan como el Barcelona, en las ciudades con Nueva York, en los museos con el Louvre, en la música con los Beatles… los ejemplos son innumerables.

Esas preferencias representan para las personas más de lo que son y tienen “ese no sé qué” tan distintivo. Claro que son parte de nuestra historia, y quizás de nuestra filosofía, pero la verdad es que las hacemos íntimas y propias porque tenemos vínculos emocionales, y eso las hace aún más profundas y duraderas.

¿Cómo llegar a ser una lovemark?

Los pasos para lograr convertirte en una lovemark inician con lograr un vínculo de emoción con el consumidor, hacer que el consumidor sienta que el producto o el bien resuelva algo más que la necesidad básica.

Harley Davidson es conocida a nivel mundial por ser una comercializadora de motos. Su misión es transportar, pero los amantes de esas motocicletas no las compran solo para desplazarse, lo hacen porque sienten que los define como individuos y está ligada a su forma de ver la vida.

Otra manera eficiente de lograrlo es involucrándote con los clientes. Este punto es primordial en nuestros tiempos, cuando las redes sociales son punta de lanza. Un diálogo directo para escuchar sus comentarios y preguntas permitirá que ese sentimiento de la lovemark crezca.

Además, debes estar consciente que para ser una  lovemark tienes que ceder un poco el control a tus clientes, ya que las marcas son exclusivamente de su clientela. Tus consumidores más leales son los principales defensores de tu producto o servicio, se vuelven evangelizadores de sus beneficios y hasta conocen aspectos de tu producto que todavía no has abordado. 

Cuando busques comunicar mensaje de marca, busca ir más al fondo de la psique de tus clientes. Recuerda que lo que mueve a tu cliente no es la razón, es la pasión. Enamóralos.

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