Tu estrategia de branding estará completa si, además de tu logotipo e imagen visual, también incluye la identidad verbal de tu producto o servicio.

Uno de los principales consejos de marketing es que debes lograr que tu marca sea reconocida visual y verbalmente.

La primera parte es fácil y la conforman el logo, colores, diseño y empaque.

La segunda se refleja en la voz, lenguaje y mensaje que identifican a la personalidad de tu marca. Es la conjugación de ambos elementos lo que permitirá que tus clientes te reconozcan y quieran interactuar contigo.

La voz que transmite

Concentrémonos en el segundo. Hablar de identidad verbal es hablar de la voz de la marca, aquella que con diferentes tonos, lenguaje y entonación, transmite a tu mercado meta la actitud y los valores de tu empresa.

Por medio de la voz puedes proyectar la personalidad de tu marca, pues ya sea áspera o nasal, cantarina o pausada, confiada o irreverente, hará que tu público se forme una imagen mental de quién está detrás de tu producto o servicio, y si se puede identificar o no con ese personaje ficticio.

Reconocimiento de marca

La identidad verbal es esa que al escucharla te lleva a reconocer a la marca más allá de lo que se esté diciendo, de las palabras, del mensaje, del tono que se esté utilizando y de los medios por los cuales se esté transmitiendo.

Para alcanzar ese reconocimiento, la selección de la voz que te represente debe ser cuidadosa, pues debe estar en concordancia con el público al cual quieres dirigirte y con el producto o servicio que ofrezcas.

Tu marca necesita una voz que la distinga, no únicamente que sea fácilmente reconocible, sino que sea consistente con tu mensaje y valores, así como interesante y grata.

Despierta emociones

Crea una identidad verbal que sorprenda, atraiga el interés y despierte emociones en tus potenciales clientes, desarrollando una relación con ellos que se extienda más allá del producto o servicio que les ofrezcas.

Para ello será útil que segmentes lo más posible a tu mercado, te ocupes de conocerlo a fondo para saber la mejor manera de abordarlo y visualices a tu marca como el personaje con el que les interesa interactuar.

Haz que tu voz sea humana y entable una conversación con el lenguaje que usan tus prospectos, abordando en tus mensajes sus intereses y necesidades.

Esa es la forma en que tu identidad verbal te ayudará a generar el posicionamiento y lealtad de marca que te diferencie de tus competidores.

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