Para captar la atención del consumidor, debes definir cuál es el mensaje que quieres comunicar y usar un lenguaje publicitario al hacerlo. La estructura concisa y directa de un elevator pitch es ideal para este propósito.

El elevator pitch es lo que un emprendedor hace cuando presenta su negocio o empresa a un potencial inversionista en un espacio de tiempo reducido.

Cuando se trata de vender el proyecto de un negocio, hay que ser concreto, directo, emitir el mensaje con mucha pasión y además, hacerlo en menos de tres minutos.

En las primeras etapas del desarrollo de una empresa, una de las principales preocupaciones de un emprendedor es “cómo dar a conocer mi producto o servicio”, y la respuesta la tienen precisamente en ese estilo de comunicación.

Un mensaje eficaz en poco tiempo

En la sociedad actual, todo se da con inmediatez, por tanto, todas las oportunidades que se te presentan podrían ser únicas. El no saber cuándo ni dónde podrás encontrar a una persona ante la cual valga la pena comunicar tu mensaje es un incentivo suficiente para aprovechar todas las situaciones al máximo.

Los elevator pitchs no están destinados exclusivamente a atrapar a futuros inversionistas,  sino también se pueden utilizar cuando estés buscando clientes potenciales. Aprovechar la oportunidad de ofrecer un breve discurso de ventas con mucha honestidad te podría traer grandes y sorpresivos beneficios.

Como no sabes dónde ni cuándo ni ante quién tendrás la oportunidad de pronunciar un elevator pitch, es importante que tengas ese discurso estructurado y preparado para soltarlo con la mayor frescura posible. Ten presente que sólo cuentas con unos pocos minutos para lograr tu cometido.

7 tips para estructurar tu elevator pitch

Para preparar esa presentación breve y atractiva de tu producto o servicio, toma en cuenta los siguientes factores:

1. Ensaya. Muchos creen que es innecesario ensayar, pero claro que es importante. Debes pensar con anticipación lo que tienes que decir para que no cometas errores o para que no te olvides de un punto importante que exponer. Trata de mantener tarjetas de presentación contigo.

2. Preséntate de forma concreta diciendo quién eres. Di quién eres y habla de tu experiencia, comenta a qué te dedicas, recalca qué necesitas para tener más éxito, y enumera cuáles son los beneficios para quien invierta en tu proyecto o compre tu bien o servicio.

3. Mantén el objetivo en mente. Recuerda que lo más importante cuando tengas esa oportunidad es tratar de aprovecharla al máximo. La importancia de exprimir esos minutos está en captar la atención de la persona a la que le hablas, no en tratar de venderle algo. Ese sujeto a quien te diriges tiene que terminar sintiendo la necesidad de querer saber más de lo que le hablaste.

4. No te enfoques en las cifras. No es buena idea tratar de hacerte pasar por un sabiendo hablando de cifras, ya que las mayorías de los encuentros en los que se puede dar ese tipo de discurso tienen una naturaleza informal. Por tanto, mantén ese encuentro fresco. Si te ves obligado a dar cifras simplemente ofrece números genéricos. 

5. Sé breve. La misión es buscar despertar la curiosidad, dejar al inversionista o cliente potencial con ganas de seguir escuchando. Si tu interlocutor te invita a que la conversación o presentación sea más larga de lo que tienes estipulado, aplázala para prepararte mejor y contar a la mano con material que te sirva de apoyo.

6. Sé muy prudente. Bajo ninguna circunstancia debes perseguir a ese futuro inversionista o cliente. No fuerces un encuentro posterior. Si lograste tu cometido, de seguro la persona te pedirá que se reúnan de nuevo. La idea es mostrar el atractivo de tu proyecto sin ser agresivo, pero sí siendo muy directo.

7. Muestra toda tu pasión. Más allá de mostrar toda tu conocimiento empresarial o del mercado, lo que en realidad atrapará al interlocutor es la pasión con la que presentes tu proyecto. Esa pasión es la que marcará la diferencia entre las decenas de opciones que el potencial inversionista o cliente tenga delante.

Cuando te plantees “cómo dar a conocer mi negocio“, considera que la confianza en tu producto o servicio, el entusiasmo con el que lo presentes y la honestidad de tu mensaje son tus mejores herramientas.

Prepara a conciencia tu elevator pitch ¡y lánzate a conquistar clientes!

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