Al consumidor mexicano le gustan las promociones y éstas, son una buena estrategia para dar a conocer tu negocio.

Los consumidores muchas veces se dejan llevar por productos que son muy atractivos por sus rebajas, pero cuya calidad, en realidad, no siempre es la deseable.

En este caso, los resultados son ambiguos. Por una parte, la promoción funciona bien y aumentan las ventas, pero, por otro, si la calidad del producto no corresponde a las expectativas, el resultado difícilmente generará fidelidad en el consumidor.

Las claves son conexión y confianza

Los expertos coinciden que las promociones que tienen el mayor impacto entre los consumidores son aquellas que atienden sus necesidades y sobretodo, incrementan las ventas.

Para llegar a este punto existen muchos caminos y algunos pueden resultar turbulentos y engañosos.

Promover tu marca mediante una promoción es una estrategia útil, pero antes de aplicarla tienes que analizar, primero que nada, al público objetivo al que quieres llegar.

Es muy importante que haya una conexión con el consumidor, que la promoción genere confianza, ofrezca un ahorro y finalmente, incremente las ventas.

El reto es reunir estos factores para que la estrategia tenga los resultados deseados y logres publicitar tu negocio.

Todo consumidor podrá estar muy atento a las promociones, pero si estas no les generan confianza, simplemente no serán exitosas.

Demandas distintas

Al hacer una promoción, no puedes perder de vista que tanto hombres como mujeres pueden engancharse de una u otra forma.

A las mujeres les gusta ahorrar cada vez que van a la tienda de autoservicio porque casi nunca compran un solo producto. A los hombres les gusta considerar más la calidad o durabilidad del producto que compran.

Está comprobado, además, que los grupos de edad importan mucho, pues mientras es más difícil fidelizar a los compradores de 40 a 50 años, los de 20 a 30 años son más leales a la marca y son más propensos a casarse con ella.

También se puede mencionar que, si hay promoción de un viaje, por ejemplo, los grupos de consumidores tendrán un nivel de respuesta diferente. Los más jóvenes las pueden considerar atinadas sin poner muchos reparos, mientras que los de mayor edad serán escépticos y no confiarán mucho en ellas.

Momento de decisión

En toda promoción, no debes olvidar que el consumidor estará en posibilidad de pararse frente al anaquel y optar por otro producto que no sea el tuyo, en cuyo caso estará yéndose por el que le genere más confianza.

El generar mayores ventas gracias a una promoción puede ser un indicativo positivo para la marca, pero también engañoso.

La rebaja de tu producto a precios castigados te producirá mayores ventas netas, pero no generarás ingresos que signifiquen una recuperación de tu inversión o generen fidelidad del consumidor. 

Promociones al gusto

No se trata de conseguir resultados aparentes con promociones erradas. Por el contrario, una buena promoción significa que trabajes en ellas, las analices, entiendas a la competencia y, sobre todo, focalices muy bien a tu público objetivo.

Para lograrlo, nada más recomendable que reducir el diferencial de precios de la competencia. Si bien es un camino que implica riesgos y esfuerzo, al final traerá más beneficios y mejores resultados para tu negocio.

Analiza bien cuál es el propósito de la promoción que deseas lanzar y enfócate en la estrategia que te dé el resultado deseado sin incurrir en pérdidas ni sacrificar la calidad de tu producto, pero, sobre todo, ceciórate de que genere fidelidad en el consumidor mexicano.

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